Sandra TavárezPresentación del libro: Diamantes VerdesCuestalibros3 de enero 2024
Buenas noches,
Lograr que estemos reunidos esta noche se debe a grupo
de eventos afortunados, que se combinaron para darnos la excusa perfecta para
encontrarnos en este escenario. La
presentación de un libro es siempre una buena noticia, y en mi caso tener la
oportunidad de compartir con ustedes una propuesta diferente es grandioso.
Es importante aclarar que, aunque estos cuentos han
sido escritos pensando en los lectores más jóvenes de la casa, en realidad
pueden ser disfrutados por los adultos, de hecho, la lectura en familia es
recomendable y es un vínculo positivo que los niños siempre llevarán consigo.
Recuerdo que mi madre me contaba historias, y muchas
veces también escuchábamos dramatizaciones en la radio. En ese entonces las más frecuentes eran las
fábulas de Esopo, pero también recuerdo cuentos de reinos lejanos en los que
vivían caballeros muy valientes y gentiles, donde habitaban toda clase de seres
imaginarios. Así que podía soñar con hadas, duendes, castillos y princesas.
Recuerdo que a veces me acostaba en las tardes y fingía dormir, pero en
realidad, me transportaba a un mundo imaginario en el que todo era perfecto. Era como una serie, cada día un nuevo
capítulo, el cual continuaba donde había quedado el día anterior. Por eso no es de extrañar que, aunque estamos
en el Caribe, algunos de esos personajes digan presente en este volumen.
Diamantes Verdes es una parte muy personal, lo más puro que hay dentro de mí
encontró el camino para canalizarse a través de las historias que aquí les
presento. Sentimientos como la bondad,
la empatía, el respeto por la naturaleza, el amor a la música, la amistad.
La idea era hacer un regalo especial a mi sobrina Mel,
quien un día me contó que había encontrado un diamante verde, no sé por qué ese
título caló tan fuerte en mí y de inmediato una historia surgió en mi mente y
así nació el cuento El Diamante Verde.
El trabajar con los niños del Taller experimental de
Literatura me dio la oportunidad de leer algunos libros y releer otros como: El
Principito, Alicia en el país de las maravillas, el Mago de Oz y mientras los motivaba a leer y
a escribir, nuevas ideas germinaron en mi cabeza, de ahí surgió El príncipe
Emmanuel.
Entonces, decidí dar riendas sueltas a mi imaginación,
hasta crear dos mundos (uno realista, otro imaginario). Para caracterizar los personajes, me apoyé en
las cualidades de aquellos a quienes amo y que de algún modo despiertan los
sentimientos más nobles en mí. Las
historias son ficticias, aunque es cierto que Emmanuel es nuestro príncipe, que
Frida intentó escapar y que Gary es un niño feliz.
La experiencia de escribir estos cuentos que ahora les
comparto me ha permitido recordar esas cosas que hacía de niña, como jugar bajo
la lluvia, correr por el campo o recolectar frutas y vegetales que tal vez no
comería; pero bastaba con ver la cara de mi abuelo, cuando le mostraba los
cubos llenos de las cosas que él había sembrado. Aunque en ese momento no tenía consciencia de
eso, era feliz. Como deben ser todos los
niños.
La creatividad y la imaginación van de la mano. Es
importante crear un ambiente propicio para que los niños puedan explorar sus
habilidades. Recuerden que soñar es válido a cualquier edad. Demos la oportunidad a los niños de estar en
contacto con ese mundo onírico, del que pueden entrar y salir sin
contratiempos. Seamos respetuosos con
ellos, esos jóvenes lectores tienen la capacidad de ver más allá del texto que
tienen en sus manos.
Los invito a leer estas historias en familia,
coméntelas con sus hijos, sobrinos, ahijados y tal vez dentro de muchos, muchos,
años sean ellos quienes les recuerden aquellos días maravillosos en los que
leían juntos.
Muchas gracias,
Sandra
Tavárez
Fotos:
https://www.instagram.com/p/C10fo3ouZaf/?igsh=MTNxamx4NnV4Yzh3

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